01 agosto 2008

Aparício Saravia e Juan Ganzo Fernandez

Aparicio Saravia


Estimado primo Mauricio, espero que todos Uds estén bien. Te escribo para comentarte que haciendo uso de la nueva opción de búsqueda de Google (en libros digitalizados pertenecientes a bibliotecas) encontré un par de ellos que hacían alusión a Juan Ganzo Fernandez y decidí buscarlos en casas de libros usados aquí en Montevideo.
Uno de ellos es 'Vida de Aparicio Saravia' de José Monegal editado el 23 de Julio de 1942 en los Talleres Gráficos de A. Monteverde y Cia. del que se reimpimieron varias ediciones posteriormente. Es así que tuve la suerte de encontrar una copia de la edición original. de la que te hago llegar el escañado de su tapa y las dos páginas del mismo que hacen alusión a Juan. Futuramente si llego a conseguir otra copia la compro y te la envió de regalo (pero calculo que voy a precisar un tiempo para esto último).
Les mando como siempre los mejores deseos de todos nosotros, para todos Uds. y seguimos en contacto.
Rodolfo.


Aparício Saraiva
(Cerro Largo, Uruguai 16 de agosto de 1856Carovi, Brasil 10 de setembro de 1904) foi um político, militar e caudilho do Partido Blanco do Uruguai.
Foi o quarto filho sobre treze havidos pelo matrimonio brasileiro conformado por Francisco
Saraiva e Propicia Da Rosa (seu sobrenome se castelhanizou como Saravia). Seu pai, Francisco Saraiva, que havia lutado na Guerra dos Farrapos, emigrou para o Uruguai em busca de melhores dias, e lá enriqueceu, tornando-se uma das maiores fortunas daquele país da época.
Com seu irmão brasileiro Gumercindo Saraiva notabilizou-se nos confrontos da Revolução Federalista no sul do Brasil.

Trecho do livro "Vida de Aparício Saravia" de José Monegal


"Una tarde, Juan Ganzo Fernández que, depués en 1904, fué uno de sus comandantes, entró en su casa de visita.
Este caballero había se radicado en Melo com el fin de instalar la primer red telefónica de la ciudad.
Aparicio estaba solo en ese momento.
Sobre una mesita había varios naipes.
El caldillo hizo sentar al señor Ganzo Fernandez y le dijo:
_Casualmente me agarra solo. Podemos echar una partidita.
Aceptó complacido el distinguido visitante.
Aparicio empezó a barajar.
Pasaron las horas.
Era noche ya cuando decidieron suspender el juego.Saravia había ganado en toda la línea.
Entonces, Ganzo Fernández en vía de despedirse, le dijo:
_Ha tenido buena suerte general.
_¿Suerte? No amigo. Le he ganado trampeándole.
Mire: yo esperaba esta ocasión para enseñarle a Vd. lo que se puede hacer jugando con ventaja. Y, si no, convénzase.
Aparício agarró un mazo. Y, talló al monte. Y con otro carteó un solo. Y con otro un truco.
El hombre de la Empresa Telefónica contemplaba suspendido la magia. Las cartas surgían al llamado de quien las manejaba.
Aparicio reía.
_¿Ve amigo? Cada mazo tiene su secreto y yo los se todos. No vaya a creer que soy un brujo. Otros he encontrado que me han sobrado lejos. Lo que yo he hecho con Vd. hoy _ y le repito que buscaba esta ocasión hace tiempo_, es lo que hacen con Vd. en el clube. Per allí lo pelan. Y yo ni siquiera le he cobrado un vintén por la lección.
No, amigo Ganzo Fernandez: un hombre de trabajo no puede ni debe jugar. Porque lo que Vd. gana con sacrificio de día, ellos se le quitan, sin estirarse, de noche.Vd. sabe de la trampa de los hilos pero no la de los naipes. Deje el juego amigo.
Nunca más jugó el señor Ganzo Fernández.
Este privilegio de las manos de Aparicio venía de lejos. Don Chico lo tuvo y bastante se valió de él.
El Caudillo solo se servía para enseñanzas como la que hemos descrito, o para chancearse de sus adversarios depués de caldearlos un poco.
Nos contaba su sobrinho Mariano que, en realidad, Aparicio hubiera podido ser un insigne hombre de carpeta, un tahur de más de la marca.
Era calculador y frío. Y hábil.
Al solo era casi imbatible.
Mas, en ningún juego, jamás ganó dinero.
Lo naipes eran su solaz.
Depués de sus partidas, cuando el vaivén de la plata había encendido la pasión del sensual orejeo, la angustia del desquite o el goce de ganar, él devolvía el logro de la victoria."

Um comentário:

Unknown disse...

adorei este blog, mas o que mais me emocionou foi ver meu avô sentado junto com o Dr Ganzo ,uma foto rara, na primeira rádio do RGS. suzana maria ilha C Malmaceda