31 março 2008

As Causas da Imigração - A Vinda da Família Ganzo para o Uruguay



Juan Ganzo Fernandez, provavelmente pelos anos 1890-1900



As Causas de Uma Imigração.


No povoado de Yaiza, na ilha de Lanzarote, arquipiélago das Canarias, no ano de 1843 nasceu Juan Tomás de Ganzo y Pacheco. Aos 23 anos de idade (em 22 de dezembro de 1866), Juan contraiu matrimônio com Margarita Fernández, de 16 anos de idade. Formaram seu espaço e tiveram quatro filhos. Mas o destino quiz que em muito pouco tempo Margarita ficasse viuva, e com a responsabilidade do cuidado de seus filhos exclusivamente a seu cargo...
Naquelas épocas, os progressos da ciência e da tecnologia, como segue sendo na época atual, facilitam a produção de bens e serviços, e com isto facilitam a vida de muita gente... Mas também prejudicam a outras pessoas... Juan e Margarita tinham “campos de cochinillas”, que eram plantios nos quais se criavam uns insetos denominados cochinillas, que se utilizavam para fabricar um corante para a industria textil. O progresso da química, com a descoberta de anilinas sintéticas, Fez com que a demanda pelo produto do que vivia a familia, praticamente desaparecesse...
Corria o ano de 1887 e Angel, com seus 16 anos recém completados, acompanhado de seu irmão menor Juan, que ainda não havia completado os 15 anos, partiram
acompanhados unicamente por uma carta de recomendação para uma familia canária que já se havia radicado em Montevideo, a buscar aqui novos horizontes e novas esperanças de bem-estar econômico para toda a familia.
Pouco tempo depois vieram também Margarita, seu filho maior José y Virginia, a
menor.
E realmente que conseguiram reciclar-se, transformando-se de agricultores em pioneiros da eletricidade e das telecomunicações, no solo de Montevideo, também em grande parte do território uruguayo e no sul do Brasil.


Obs. História publicada anteriormente. Enviada por Nelly Fullgraff Ganzo.
http://familiaganzo.blogspot.com/2006/10/nelly-fullgraff-ganzo.html

Opuntia Tuna

COCHINILLA
Cochinilla é um inseto cultivado na planta chamada Tuna (uma espécie de cactus) sob condições climáticas exclusivas por pequenos grupos de agricultores.
É utilizada nas industrias de cosméticos e textil como corante natural.


La grana cochinilla y sus tintes


Los colores son capaces de cambiar nuestro estado de ánimo y de perturbarnos emocionalmente; quizá por eso, todas las culturas les han otorgado connotaciones morales y espirituales. Los pobladores prehispánicos de México, por ejemplo, representaban los puntos cardinales con colores: el Este con rojo, el Oeste blanco, azul el Sur y el Norte con negro. Los pueblos europeos representaron el poder, el Sol con el color rojo. De ahí la importancia y el valor económico que alcanzaron algunos tintes naturales.
La experta española Ana Roquero explica que "durante la Edad Media, el kermes, colorante animal de origen mediterráneo, ocupó un lugar semejante al que el murex había tenido entre los antiguos. La sustancia colorante, que contiene ácido kermésico, se obtiene de las hembras fecundadas de los insectos Kermes ilicis L. y Kermes vermilio Planchón, parásitos de la encina (Quercus ilex L.) y de la coscoja (Quercus coccifera L.). Desde la desaparición del murex en la alta Edad Media, hasta la total aceptación de la cochinilla en el bajo Renacimiento, el kermes fue la materia tintórea por excelencia de los rojos de lujo".
Otros insectos productores de pigmentos rojos empleados en Europa antes de la introducción de la cochinilla americana fueron:
* Cochinilla de Polonia (Porphyrophora polonica), parásito de la raíz de la Sleranthus perennis. Su principio colorante es el ácido carmínico y el ácido kermésico.
* Cochinilla de Armenia (Porphyrophora hameli) parásito de las especies Aeluropus littoralis y Phragmites communis. De él obtenían el ácido carmínico.
* Grana kermes (kermes vermilio), parásito de la coscoja (Quercus coccifera), para la obtención del ácido kermésico.
Los dos colores superiores, los más costosos, son de origen animal:
1. El carmín que se extrae de la grana cochinilla, la cual muere al parir.
2. Y el púrpura, que se obtiene del caracol púrpura pansa, el cual segrega un líquido de tono violeta intenso que se fija sin ningún mordiente con el sol y el aire. Los tintoreros indígenas después de teñir sus madejas con el líquido expulsado por el molusco, lo colocan de nuevo en la roca bañada por el mar.
La antropóloga Marta Turok y el biólogo Javier Acevedo trabajan desde 1983 en la defensa del hábitat, del recurso y de la cultura del caracol púrpura. Esta tarea se inició contra la sobreexplotación que realizó una compañía japonesa. La depredación del recurso continuó con el desarrollo turístico de Huatulco. El proyecto siguió hasta lograr el decreto del Parque Nacional que abarca la protección de la especie a lo largo del Pacífico mexicano. Sin embargo, en un viaje reciente constatamos que en las zonas más accesibles persiste la depredación ya que personas nativas y turistas consumen caracol púrpura como alimento.



La grana cochinilla

El insecto grana cochinilla es un parásito o plaga de dos géneros de nopal: Opuntia y Nopalea.
El insecto pertenece a la familia coccidae y al género Dactylopius. Hay dos clases principales: a) una grana cochinilla fina que se cultiva, blanca, "plateada", doméstica, delicada y vulnerable que puede vivir en la planta durante siete años; se distingue por producir un fino polvo ceroso; y, b) una grana cochinilla silvestre (xalnocheztli, ixquimiliuhqui) mucho más pequeña, que produce una especie de algodoncillo; tiene una gran tolerancia climática y resiste cualquier altitud, pero es capaz de acabar con la planta en seis meses. Todas las especies producen el tinte característico: ácido carmínico. La diferencia está en la cantidad y en la calidad.

Testimonios precortesianos sobre la cochinilla

Los aztecas llamaban a la grana cochinilla nocheztli. Así nos lo hizo saber Fray Bernardino de Sahagún, el primer estudioso y antropólogo empírico que sistematizó las Cosas de la Nueva España: "Al color con que se tiñe con la grana que llaman nocheztli, quiere decir sangre de tunas, porque en cierto género de tunas se crían unos gusanos que llaman cochinillas apegados a las hojas, y aquellos gusanos tienen una sangre muy colorada; ésta es la grana fina y hay grandes tratos de ella; llega hasta la China y hasta Turquía, casi por todo el Mundo es preciada y tenida en mucho. A la grana que ya está purificada y hecha en panecitos, llaman grana recia, o fina; véndenla en los tianguez para los pintores y tintoreros".



Los testimonios coloniales

Francisco Hernández, científico español y médico de la corte de Felipe II, elaboró un catálogo con las riquezas naturales del nuevo territorio en poder de la corona española y lo llamó Historia natural de la Nueva España. En sus registros aparece el nopal y los "gusanillos" de cochinilla. Relata que a veces nacen en forma espontánea y otras por "industria humana para teñir de color escarlata la lana".
De la época de la civilización incaica se han encontrado en las necrópolis de Paracas y Nazca innumerables telas bordadas con las que envolvían los cuerpos de los muertos; estos tejidos conservan un colorido muy vivo. La técnica textil es de las más avanzadas, pues hay desde finas gasas hasta tapices entretejidos con figuras en relieve con colores brillantes. Los tonos suman 190. Entre las materias tintóreas de donde podían extraerlos estaba la cochinilla.



Difusión de los tintes naturales en Europa


Leon Diguet, en su libro Las cactáceas útiles de México, publicado en Francia, menciona que la primera exportación de cochinilla a Europa fue en 1523, apenas dos años después de consumada la conquista de Tenochtitlán. En 1540 se imprimió uno de los primeros tratados de tintes. Con el descubrimiento de América llegaron a España sus colorantes naturales. Entre ellos destacó la grana de Oaxaca, el segundo artículo de exportación de la Nueva España después del oro y la plata. España la introdujo a toda Europa lo que le significó un importante ingreso. Fue utilizado para teñir los ropajes de la nobleza y los eclesiásticos y, posteriormente, las chaquetas del ejército británico.
El comercio de la grana era una actividad que estaba por encima de cualquier otra en el reino español. Las autoridades coloniales nombraron jueces para evitar el fraude y la adulteración en la calidad del tinte. En 1572 se creó el cargo de juez de grana en Puebla y Oaxaca. Eran funcionarios encargados de revisar y después registrar la pureza de la grana para enviarla a Sevilla en zurrones de cuero. Se promulgaron una serie de leyes que castigaban a los infractores con multas, confiscaciones, destierros y penas corporales.
Gonzalo Gómez de Cervantes preparó en 1559 un Memorial ilustrado, del Consejo de Indias sobre el cultivo de la cochinilla y el cual se conoció casi cuatro siglos después, en 1944. Gómez de Cervantes fabricó un microscopio para realizar un detenido examen de la grana: "es uno de aquellos vivientes que los naturalistas conocen con el nombre de Progalli-insecto, y que presenta a la observación portentos maravillosos de la Omnipotencia. Compónese de dos especies de individuos, de machos y hembras; los machos son los que vuelan y gozan en su vida de una gran agilidad; las hembras, que son las que interesan a la industria, adherida al nopal de cuyos jugos se nutre son una viva imagen del reposo, pues están destinadas a tener por sepulcro el mismo sitio en que colocaron su primera habitación".
Por su parte, una ordenanza de Felipe III decía: "Uno de los más preciados frutos que se crían en nuestras Indias Occidentales es la grana o cochinilla, mercadería igual con el oro y la plata". El rey envió a la Nueva España un decreto en donde prohibía que los metales preciosos se enviaran a España y a La Habana en embarcaciones que no fueran de guerra. La grana fina, decía, debe ser comprendida en la prohibición, como si fuera oro o plata. El virrey Enríquez dictó normas para explotar y exportar la grana a Filipinas y España desde las regiones de lo que es hoy en día son los estados de Oaxaca y Puebla. El virrey Luis de Velasco dictó ordenanzas de gran importancia para esta rama económica de la Nueva España.



En las Apuntaciones sobre el cultivo del nopal y cría de la cochinilla en las Islas Canarias, publicado en 1846, se establece que "en 1820, llegaron a Cádiz con dirección a la Sociedad Económica ocho nopáles ó higueras tunas traídas de América, las que venían cargadas del insecto llamado Cochinilla. La sociedad consiguió en el mismo año una jeneración numerosa, y en consecuencia las Córtes mandaron por decreto, que se escitase el celo de las provincias, que por su temperatura permitiesen el cultivo de este insecto. Ninguna parecía en efecto mas a propósito que la de Canarias, y bien lo comprendió así el Canónigo José Quintero Estévez, a quien se le debe en gran parte el rápido vuelo que ha tomado en las Islas la plantación de la Cochinilla". Ahora envían parte de la producción a los italianos, quienes la utilizan para dar color a la famosa bebida Cinzano.
Fray Francisco Ximénez en su Tratado sobre la naturaleza escribió: "Así queda el nocheztli según el modo que se prepara: hace unas veces de color purpúreo y otras el color de grana encendido, y el color fuertísimo se hace de esta manera: muelen la cochinilla y échanla en remojo en el cocimiento del árbol llamado tezhuatl a donde le añaden un poco de alumbre, y recogido lo que se asentó se forma en tabletas aglutinadas con baba de nopal y se guarda".
Sin embargo, la demanda ocasionó que se comenzara a introducir una grana de mucho menor calidad. A partir de 1856 el uso de la grana decae porque la industria europea inicia la producción de anilinas y substancias químicas sintéticas.